La Federación Salud Mental Andalucía (anteriormente FEAFES), en colaboración con el Excelentísimo Ayuntamiento de Priego y la asociación Malva Salud Mental, se enorgullece en inaugurar la escultura “Cabezas y Vacíos”. Esta obra simboliza la inclusión social y marca un hito en la lucha contra el estigma que enfrentan las personas con problemas de salud mental.

Esta actividad es parte integral del programa de sensibilización social liderado por la federación en conjunto con la Consejería de Salud y Consumo, contando con la participación del Ayuntamiento de Priego.

La obra “Cabezas y Vacíos”, creada por el escultor José Luis Martín, fue seleccionada como la ganadora del concurso convocado por la Federación hace siete años con el propósito de sensibilizar a la sociedad y eliminar la discriminación social que afrontan diariamente quienes padecen problemas de salud mental.

El trabajo de sensibilización social es fundamental para la plena inclusión de las personas con experiencia en salud mental en la comunidad. Esta es una de las metas primordiales que la Federación Salud Mental Andalucía se ha propuesto.

La sensibilización de la población andaluza y la modificación de la percepción social sobre las personas con problemas de salud mental son cruciales para erradicar la discriminación y la desinformación que rodean a este colectivo. El rechazo social tiene un impacto directo en su recuperación.

Tanto Malva Salud Mental Priego como la Federación expresan su agradecimiento al compromiso y empatía mostrados por el consistorio, especialmente al alcalde Juan Ramón Valdivia Rosa, por otorgar visibilidad al colectivo de salud mental en la ciudad.

Arte contra el estigma

Hace unos ocho años, José Luis Martín ganó el concurso “Mente Abierta” organizado por la Federación, lo que lo convirtió en el autor de “Cabezas y Vacíos”. La Federación buscaba una obra que representara la inclusión social de las personas con problemas de salud mental.

Desde entonces, esta obra se ha colocado en nueve puntos de Andalucía. Martín tenía la intención de representar a las personas con problemas de salud mental como seres que “sean aceptados socialmente”. Logró plasmar esta idea en una pieza compuesta por “vacíos mentales y tres siluetas de una cara, que forman la cabeza”.

La escultura fue realizada en fundición de aluminio, empleando la técnica de poliestireno perdido con molde de tierra. Esta técnica garantiza que cada pieza sea única, ya que cada una es tallada y moldeada en tierra de manera independiente antes de ser fundida. En otras palabras, el artista crea una escultura nueva en cada encargo: “son repeticiones de una misma obra realizadas desde cero“.

Martín se involucró profundamente en este proyecto debido a que su hijo experimenta problemas de salud mental, convirtiendo este tema en algo que le “tocó la fibra sensible”. Desde el inicio, pudo conectarse fuertemente con este tema.