La Federación andaluza de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental (FEAFES Andalucía Salud Mental) pone en marcha su I Plan de Igualdad 2019-2024 con el objetivo de desarrollar medidas de acción positivas entre su equipo de profesionales y las 17 entidades miembro que forman parte de la federación para conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres a través de acciones que corrijan desequilibrios todavía existentes entre las personas con problemas de salud mental.

Uno de los principales retos que persigue esta actuación es impulsar un plan de sensibilización, en colaboración con las administraciones públicas, para que las personas recuperen su proyecto de vida y tengan acceso al empleo en igualdad de oportunidades. Para ello se llevarán a cabo diversas acciones en torno a cinco ejes fundamentales: cultura organizativa, recursos humanos, formación, economía y comunicación.

Desterrando Mitos

Está tan arraigado en la sociedad el mito de que las personas con enfermedad mental son violentas que “cuesta mucho trabajo visualizar la violencia que sufren cuando, sin embargo, estudios recientes recogen una realidad muy distinta”, indica Cristina González, presidenta de FEAFES Andalucía, quien asegura que “el riesgo que tiene una mujer con enfermedad mental de sufrir violencia de género se multiplica entre 2 y 4 veces frente a quienes no la padecen”.

En este sentido, la federación pondrá en marcha a través de sus asociaciones Grupos de Ayuda Mutua, entre mujeres que han vivido o padecen estas situaciones de sufrimiento, basado en la idea de que toda persona, con sus habilidades y su experiencia personal, tiene una valiosa capacidad para ayudar a los demás y a sí misma.

El Plan de Igualdad de FEAFES Andalucía Salud Mental recoge entre sus principales objetivos llevar a cabo un programa de actividades igualitario tras detectarse que los servicios y programas que se dirigen desde las asociaciones atienden a más hombres que a mujeres, “esto se debe al escaso nivel de empoderamiento de las mujeres con salud mental, que de manera inconsciente, incluso, están tan metidas en el rol tradicional doméstico que dedican menos tiempo a actividades para su desarrollo personal”, explica González, presidenta del colectivo.