Manifiesto «Libres de sobremedicación»

En el Comité Pro Salud Mental En Primera Persona partimos de una afirmación incuestionable: la medida en la medicación debe ser compatible con el estímulo vital.

Si no aplicamos este principio, estaremos sustituyendo un problema por otro. Pasamos del sufrimiento del malestar psíquico si no hay medicina, al vacío de la emoción y la sensibilidad, aquello que nos invita a vivir, cuando el tratamiento es invasivo.

La medicación es tan necesaria como el desarrollo personal y la conquista de un proyecto de vida; ni más ni menos.

Si entendemos el proceso de recuperación como un camino, diremos que parte del recorrido hemos de hacerlo con el vehículo de la farmacología. Pero en parte igual, mediante terapias que hagan posible el fin primero de la participación, o rol social.

Demandamos el diálogo como terapia y elemento estabilizador, ya que solo con el uso de la palabra encontraremos un sentido a nuestra experiencia mental.

En este punto recordamos la definición básica de salud: Es el bienestar físico, psíquico y social. Estas tres dimensiones del bienestar son inseparables, y la sobre medicación pone en peligro su coherencia.

Es contradictorio, cuando no inaceptable, que en una Unidad de Salud Mental se obvien estos equilibrios.

La infrafinanciación del sistema para evitar un modelo de recuperación rehabilitador y comunitario nunca debe ser excusa, ya que si hay algo caro y cierto para las arcas, es la factura de la medicación.

La medicina puede ser una gran aliada, pero en ningún caso su uso debe anularnos. Todos los que vivimos la realidad de la toma de medicamentos psiquiátricos somos testigos de los episodios de somnolencia, cansancio y apatía. Todos experimentamos una merma en las capacidades, sentimos como se espesan los pensamientos. También se alteran las funciones biológicas, como la propia movilidad en las extremidades, y por no decir los cambios metabólicos y consiguiente ganancia de peso.

Necesitamos estar despiertos y animados. Necesitamos estar ágiles de cuerpo y mente. Necesitamos autoestima. Por ello, pedimos flexibilidad en la dosificación de tratamientos, y que se cuente con nuestra participación en un continuo proceso de escucha activa y ajuste.

La medicación debe ser un medio para lograr la superación y la estabilidad, nunca un fin en sí mismo.

El replanteamiento del fenómeno real de la sobre medicación responde, no solo a motivos de justicia, sino también de eficiencia y éxito.

En fin, en este Comité manifestamos que debe garantizarse la medicación mínima necesaria, y que esto supone disminuir la medicación excesiva de una forma segura, con la ayuda del equipo médico. También, en aquellos casos que fuera posible, debe prescribirse la discontinuación de la medicación. En todo caso, estos procesos requieren el consentimiento informado de la persona medicada, y pueden iniciarse a petición de la misma.

Manifestamos pues, que la aceptación de la responsabilidad para llevar nuestro tratamiento, no nos condene a la exclusión, a la invisibilidad, y a una menor esperanza de vida.

Comité Pro Salud Mental En Primera Persona de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA