El pasado jueves 12 de enero, FEAFES ANDALUCÍA SALUD MENTAL celebró una Jornada sobre Empleo y Salud Mental bajo el lema “La inserción laboral en personas con Trastorno Mental Grave”. En este encuentro, que tuvo lugar en el Albergue Inturjoven de Málaga se reunieron representantes de las asociaciones federadas de Andalucía con el fin de intercambiar experiencias sobre la inserción laboral de personas con enfermedad mental en nuestra comunidad autónoma.
La ponente de la jornada ha sido Maribel Rodríguez, presidenta de FEAFES EMPLEO, una Asociación Empresarial cuyo objetivo es la representación y la defensa de los intereses de las personas con discapacidad en su acceso y mantenimiento del Empleo.
Para la presidenta de FEAFES ANDALUCÍA SALUD MENTAL, “el trabajo es un mecanismo de inclusión social, sin él las personas con enfermedad mental, difícilmente podrán ser parte en igualdad de condiciones de esta sociedad”.
Las dificultades con los que se encuentran las personas con enfermedad mental a la hora de conseguir un trabajo es uno de los retos que nos planteamos abordar desde la Federación, por ello hemos organizado este encuentro, en el cual se expone la situación actual de las personas con enfermedad mental en el mundo laboral y las dificultades que existen en este campo; y también se abordan distintas fórmulas tanto de empleo protegido, como los Centros Especiales de Empleo.
Durante la jornada se presentó el marco normativo, el Grado de Discapacidad Reconocida igual a superior del 33 %; y medidas favorecedoras de subvenciones para la contratación de personas con discapacidad, bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social, beneficios fiscales y ayudas para la adaptación de puestos de trabajo.
Actualmente, FEAFES EMPLEO cuenta con 28 Entidades asociadas, con 46 Centros Especiales de Empleo, en 14 Comunidades Autónomas, y representa a casi 2800, EL 95% de ellos son personas con trastorno mental grave contratado en los mencionados Centros Especiales de Empleo en todo el territorio nacional. En relación a la gestión y mantenimiento de empleo ordinario se contabilizan actualmente 900 puestos de trabajo gestionados desde los Centro Especiales de Empleo
Los datos del Observatorio de las Ocupaciones 2015:
• Las Personas con Discapacidad, representan el 4,7% de la población activa en edad de trabajar.
• En términos globales y desde el punto de vista laboral, el aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida y en edad laboral, es su baja participación en el mercado de trabajo, con una tasa de actividad del 37,40%, casi 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad y con un 62,60% de personas inactivas.
• La tasa de ocupación es del 24,3%, menos de la mitad que en el caso de las personas sin discapacidad.
• El salario medio anual bruto de los trabajadores por cuenta ajena con discapacidad, fue un 16,1% menor que la de las personas sin discapacidad. Las mayores diferencias se registraron en centros de cotización de tamaño mediano (de 50 a 199 trabajadores), con niveles salariales para las personas con discapacidad un 33,2% inferiores a las de sin discapacidad.
• Este comportamiento más desfavorable en las personas con discapacidad, que viene repitiéndose durante los últimos diez años, se traduce en un incremento acumulado del número de parados con discapacidad que es más del doble de los que no la tienen, y nos lleva a afirmar que su inserción en el mercado laboral es más difícil que en otros colectivos.
• Uno de los grupos que está especialmente afectado, son las personas con trastorno mental, que se configura como uno de los grupos que más dificultades encuentra en el ámbito laboral.
• Según varias estimaciones a nivel nacional e internacional, sólo en torno al 5% de las personas diagnosticadas con enfermedades mentales graves están trabajando.
• La participación laboral está muy determinada por el tipo de la discapacidad, la tasa de empleo de las personas con trastorno mental se sitúa en el 15,7% (siendo la más baja entre las personas con discapacidad, que se sitúa en una media del 24,3%).
• Con respecto al tipo de discapacidad reconocida a las personas contratadas, el 63,24% tiene reconocida alguna deficiencia física, el 17,26% son discapacitados psíquicos, el 18,62% son sensoriales y el 0,88% restante presentan alguna deficiencia del lenguaje
• Las mayores discrepancias salariales se deben al tipo de la discapacidad. Así, las ganancias más elevadas correspondieron en 2015 a personas con discapacidad sensorial, seguidas de personas con discapacidad física, con salarios que superaron al salario medio de las personas con discapacidad, en un 7,0% y un 4,1%, respectivamente.
• En el extremo opuesto, los trabajadores con discapacidad intelectual y mental percibieron los salarios más bajos, con salarios inferiores a la media anual del colectivo con discapacidad en un 38,6% y un 13,5%, respectivamente.