Según el Servicio Andaluz de Salud (SAS), alrededor de 36.500 personas constan en la base de datos de las unidades de Salud Mental Comunitarias como atendidas por problemas severos de salud mental que necesitan de una atención especializada, lo que supondría un 0,43% de la población andaluza. En la unidad de gestión clínica de Salud Mental del área sanitaria de Jerez, que abarca también Sierra y Costa Noroeste, los últimos datos de los que se dispone hablan de 1.276 pacientes con un diagnóstico de trastorno mental grave.

No obstante, los estudios epidemiológicos que ofrecen otros organismos considerados como referentes a la hora de evaluar el alcance de las patologías mentales, elevarían la prevalencia de estos diagnósticos a alrededor de un 2% de la población. Es verdad que estos estudios se mueven en unas horquillas amplias, pero aún quedándonos con el porcentaje mínimo, las diferencias con los datos que maneja el SAS son evidentes, ha asegurado el director de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Afemen), Blas García. Esta disparidad de datos no sólo llama la atención en la asociación sino que también preocupa. “Se supone que una de las informaciones que tenemos que barajar la asociación es el número de personas afectadas por el problema y en eso nos encontramos con dificultades”.

De acuerdo al informe que ha realizado Afemen los datos del SAS distan también de los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad (entre el 2,5% y el 3%) su informe ‘Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud – 2.006′. Afemen aporta además otro dato a comparar: según la propia Junta, un 35% de las 84.000 personas que tienen reconocida una minusvalía del 33% es como consecuencia de un trastorno mental.

Las diferencias de cifras sólo se explicarían pero en una pequeña parte, según Afemen, teniendo en cuenta a las personas con un trastorno mental grave que son tratadas en la sanidad privada. “El SAS no tiene en cuenta la atención sanitaria privada, pero nos aseguran que la asistencia privada a estos problemas graves en Andalucía es poco significativa”. La otra explicación es que “puede haber personas con problemas de salud mental que no están diagnosticadas y por tanto no constan como atenidas”.

Hay que tener en cuenta, además, una circunstancia a la que apuntan desde Afemen. “Muchas personas con trastorno mental grave no tienen conciencia de enfermedad, otras no quieren desvelar su problema por vergüenza o miedo al rechazo, y, aun siendo conscientes de que la padecen, rehusan a la atención sanitaria”. Es decir, la invisibilidad de la enfermedad se podría considerar otra causa de este elevado número de enfermos ‘perdidos’.

Afemen mantiene que cuando el problema de salud mental va acompañado de otra problemática social como familias desestructuradas o ausencia de la misma, falta de medios económicos, coexistencia de adicción a tóxicos o problemática delictiva, entre otros, además de la administración sanitaria deben implicarse otros sectores “para proveer otros servicios y prestaciones complementarias”.

Por otro lado Afemen advierte de que, además de estas patologías más severas, existen otro tipo de trastornos mentales mucho más frecuentes, objeto de otras estadísticas“Entre ellas se encuentran la depresión y el trastorno de ansiedad. Si tenemos en cuenta el conjunto de todos los diagnósticos, una de cada cuatro personas padecerá algún problema de salud mental a lo largo de su vida”.